Primitiva ermita de San Sebastián que posteriormente pasó a utilizarse como cementerio.
Iglesia parroquial de San Felipe y Santiago
No existen datos fiables sobre la fecha de su construccion, aunque posiblemente seria entre finales del siglo XIV y mediados del XV porque Fontanarejo se independizó de Arroba en 1444 y se supone que en esa fecha ya estaría construida. El estilo arquitectónico que presenta pertenece a un periodo de transición entre el estilo mudéjar y los primeros compases del renacimiento, aunque presenta algunas reformas del siglo XVI.
El sistema de construcción es mampostería de piedra y cal empleando también el ladrillo.La primitiva iglesia se componía de la torre mas el cuerpo central, sin el portalillo de entrada y sin la capilla , la primitiva sacristía estaba justamente frente a la puerta de entrada a la iglesia y adosada al muro exterior de la fachada trasera, donde todavía se ven restos de muros laterales y la puerta de entrada de estilo mudéjar muy reformada en época moderna.
Portalillo de entrada
La primitiva estructura en el interior presenta una serie de arcos ojivales que denotan ya los primeros compases de un nuevo estilo: el renacentista, en su día soportaron un rico artesonado mudéjar hoy día desaparecido.En el portalillo de entrada se puede ver actualmente una fecha pintada en el enlucido de cal, 1523, justo al lado del reloj de sol, posiblemente en este año se terminaron las obras de ampliación con la construcción del portalillo de entada y la actual capilla. La primitiva sacristía se elimino y pasó a adosarse a la capilla actual.
Exteriormente se conservan restos de pinturas, como una cruz pintada en la torre y es posible que en el interior debajo de la capa de enlucido de cal se escondan pinturas medievales.
Exteriormente se conservan restos de pinturas, como una cruz pintada en la torre y es posible que en el interior debajo de la capa de enlucido de cal se escondan pinturas medievales.
En el interior de la iglesia y bajo el piso existen sepulturas, ya que se enterraba dentro, la falta de espacio interior obligaba a hacer exhumaciones, cuyos restos se depositaban en el denominado carnero que era un cubo cuadrangular adosado a un lateral de la torre, hoy día desaparecido.
Puerta de entrada a la primitiva Sacristía
Carlos III promulgó un real decreto que prohibía enterrar dentro de las iglesias y la construcción de cementerios generales, pero no se ejecuto hasta el reinado de Jose Bonaparte ( 1808), a partir de esa época se empezó a enterrar en la primitiva ermita de San Sebastian, el actual cementerio viejo. (continuará)
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